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viernes, 21 de marzo de 2014

El implante de barba está de moda

La tendencia hipster ha hecho que los hombres más modernos busquen repoblar su barba




Las clínicas de implantes de Estados Unidos, especialmente en Nueva York y el Reino Unido, han visto cómo su popularidad ha aumentado de forma notable en los últimos años, donde muchos hombres acuden para aumentar la frondosidad de su barba por una cuestión de moda.
Si bien esta técnica se lleva utilizando desde los años noventa, solía aplicarse sólo en casos muy concretos: igualar una barba truncada por una quemadura, disimular cicatrices de accidentes o acné, crear una barba nueva en el caso de un cambio de sexo de mujer a hombre, o repoblar una barba pobre en casos donde es importante por motivos religiosos, como en la comunidad judía ortodoxa.
Sin embargo, desde hace 3 o 4 años la mayoría de pacientes que acuden buscando información sobre injertos de barba buscan parecerse a las celebrities, aumentar su aspecto viril o cumplir con el estereotipo visual del hipster, bohemio y con una poblada barba.
El método a seguir en esta intervención es prácticamente el mismo que en los injertos capilares: se extrae el pelo de otra zona, normalmente de la cabeza, especialmente la nuca, del pecho o de los brazos, y se va introduciendo en las zonas de la barba que lo necesitan. Es una operación que no requiere de recuperación alguna, los hombres que se someten a ella pueden seguir su vida normal al día siguiente, y al cabo de tres meses el nuevo vello puede ser tratado y afeitado como una barba normal. La intervención suele durar unas 7 horas, aunque siempre depende de la cantidad de injerto necesario y de la calidad del cabello del paciente, y los precios oscilan entre los 5.000 y 6.000 euros para una barba entera, o entre 1.500 y 2.000 si solo se quieren rellenar las zonas pobres.
Obviamente, el pelo utilizado, sea de donde sea, nunca será exactamente igual al de la barba, que es más grueso, y de hecho mantendrá el ritmo de crecimiento de su zona de origen. Pero si la intervención está bien realizada y el vello se coloca de la manera adecuada, el resultado final es siempre muy natural y prácticamente indetectable excepto bajo un examen exhaustivo.
Las clínicas más populares llegan a recibir hasta dos o tres visitas semanales consultando sobre los implantes de vello faciales, incluso jóvenes de 20 a 30 años que buscan maximizar su masculinidad a través de la barba. Muchos de ellos llevan fotos de barbas famosas, siendo algunos de los favoritos Brad Pitt, David Beckham o George Clooney. Esta tendencia se extiende ahora a otros países del mundo, aunque está por ver si alcanzará la popularidad de los injertos capilares, que siguen siendo la cirugía estética preferida de los hombres.

miércoles, 19 de marzo de 2014


Los pacientes de transplante capilar, cada vez más jóvenes

En los últimos 10 años, la demanda de este servicio ha aumentado hasta un 85%




Según un estudio realizado por la asociación ISHRS (International Society of Hair Restoration Surgery), la mayor autoridad mundial en materia de pérdida del cabello y trasplante capilar, la última década ha visto un claro crecimiento en la demanda de este servicio en todo el mundo, una tendencia global que no parece que vaya a disminuir.
El impulso de este aumento es un reflejo de la sociedad actual, que cada vez tiene menos reparos en recurrir a la cirugía estética para solucionar sus problemas estéticos. En especial el sector más joven de la población se ha lanzado a los servicios de restauración capilar para conseguir un resultado definitivo en su lucha contra la pérdida de cabello.
Desde que se dio inicio al estudio en 2005, la ISHRS ha estado recopilando datos sobre los servicios de trasplante capilar en todo el mundo, llegando a unos números muy claros: en 2012 se realizaron un total de 310.624 tratamientos en todo el mundo, lo que supone un aumento del 85% respecto a 2004. Esta tendencia demuestra además la normalización de este tipo de servicios, que si bien antes se mantenían en secreto por vergüenza, hoy en día los pacientes hablan de ello como de cualquier otro tratamiento estético. El estudio ha demostrado también que el trasplante capilar ya no es sólo un servicio para hombres y que ambos géneros se preocupan por igual por la pérdida de cabello, ya que entre 2004 y 2012 ha crecido un 20% el número de mujeres que han optado por esta solución.
A lo largo de la década, los profesionales han detectado una tendencia a pacientes cada vez más jóvenes. Esto no se debe realmente a un aumento de los problemas capilares sino a una mejor concienciación de cara a la prevención y la detección precoz, que facilitan la solución. Además, la evolución de las tecnologías, que permiten ahora resultados más naturales y permanentes, resulta muy atractiva para pacientes de todo el mundo. La mayor parte de la población que acude a someterse a un trasplante capilar tiene una edad comprendida entre los 30 y los 49 años ( 59,6% en el caso de los hombres y 55% en el caso de las mujeres), siendo la edad media para la primera consulta los 38 años.
Otros datos del estudio que resulta interesante destacar:
  • De los 310.624 casos estimados de trasplante capilar realizados en todo el mundo en 2012, 54.343 se llevaron a cabo en Europa, lo que supone el mayor crecimiento respecto a los datos de 2010 (un 39%).
  • Los trasplantes capilares en cejas y otras zonas de la cara (bigote y barba), aumentaron un 13,1% entre 2010 y 2012, un número que puede seguir creciendo si tenemos en cuenta la actual tendencia estética de las barbas muy pobladas.
  • En Asia es dónde se pudieron encontrar el mayor número de tratamientos en distintas zonas de la cara: 601 de pestañas, 5.160 de cejas y 1.904 de vello facial.